miércoles, 29 de marzo de 2017

Los comienzos son casi siempre duros.

Todos los lunes siguientes al día que embarcamos en nuestro proyecto trabajamos en cooperativo las dos primeras horas de la mañana.
El comienzo no estuvo exento de dudas pero también lleno de ideas, propuestas y compromisos personales. Lo primero de todo fue organizar el plan de equipo, asignando los diferentes roles  y después conocerían mediante una rúbrica cómo se les iba a evaluar. A continuación planificaron su proyecto, gestionando ideas, materiales, recursos y tiempo. Lunes a lunes anotaban en sus diarios de aprendizaje con forma de pasaporte todos sus logros y dificultades, en definitiva empezaban a ser conscientes de su aprendizaje.

Después de estas primeras sesiones todo empezaba a ir viento en popa.







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