¡A trabajar!

El lunes 30 fue el día elegido para que los alumnos comenzaran a trabajar en el proyecto. Para ello, antes debían conocer la tarea que se les iba a encomendar. Mediante un vídeo proyectado en el salón del edificio B, Domi, el extraterrestre que fue dejándoles pistas durante la cuenta atrás, les formulaba un reto y lo fechaba para un día en concreto, el 5 de abril. Ese día, en ese mismo salón de celebraría una Feria de Turismo Sostenible donde se expondrían todas sus propuestas, trabajos, ideas acerca de cómo evitar el impacto negativo que el turismo ejerce sobre el medio ambiente.

A continuación los grupos de aprendizaje cooperativo en las diferentes clases tenían una labor por delante, elaborar el plan de equipo y planificar su proyecto. Ambas tareas se encuentran dentro de un pasaporte de equipo (dossier) donde día a día irán anotando su aprendizaje.

Día E

Al fin llegó el tan ansiado 26 de enero, día del embarque. Los niños embarcarían en un avión de manera figurada y todos nos embarcaríamos en un ilusionante proyecto. Todo estaba listo ya a primera hora de la mañana cuando los alumnos de ESO entraban en el colegio, el personal de tierra y de cabina, la puerta de embarque, la cabina del avión y los billetes y los pasaportes.

Los alumnos de ESO embarcaron uno a uno, pasando por los diferentes controles de seguridad y con sus billetes y documentación en regla.

Una hora más tarde les tocaba el turno a los alumnos de infantil y de primaria. Todos estaban expectantes en el patio cubierto, aguardando. El personal de vuelo estaba preparado para delimitar las zonas de embarque

El revuelo fue inmenso al ver a la tripulación como preparaba el embarque. Las azafatas de tierra iban pidiendo por megafonía a los pasajeros que embarcaran por las diferentes puertas de embarque a los diferentes destinos; Madrid, Méjico DF, Barcelona, Helsinki...




El recorrido por el colegio fue muy emocionante hasta llegar a la puerta de cabina, revisión equipajes, documentación en regla, escáner… algunos tuvieron que deshacerse de efectos personales por llevar exceso de equipaje, otros sencillamente saltaron las alarmas al pasar por los controles de seguridad.

Una vez en el avión (el aula) una azafata les entregó la prensa de abordo donde pudieron leer una noticia alarmante sobre las tortugas. Tras reflexionar y hacer una puesta en común con lluvia de ideas se dispusieron a contestar en equipos de trabajo cooperativo a las siguientes preguntas:

¿Qué sabemos del tema? ¿Qué queremos saber? ¿Cómo lo podemos hacer?

¡Fue un día muy emocionante e inolvidable para todos!

Día 25

El miércoles 25 era el esperado último día de la cuenta atrás. La mayoría de los alumnos ya intuían, tras la pistas acaecidas en los últimos días, que al día siguiente iba a suceder algo, y ya iban sacando sus propias conclusiones. 

La emoción se respiraba en el colegio, también entre el claustro de profesores que ese mismo día debían de dejar toda el atrezzo preparado. El nerviosismo era palpable… Llegó la tarde, el reloj marcaba las 5 y cuando el último alumno hubo abandonado el Centro, comenzaron los preparativos que duraron hasta casi bien entrada la noche.

Se vistieron los pasillos; primer piso con monumentos asturianos y el emblemático túnel del Negrón, segundo piso con monumentos de diferentes ciudades españolas y alusiones al turismo costero y de interior, el pasillo de infantil, ambientación mejicana y el tercer piso  con la puerta de embarque y el interior del avión. También se colocó el logo del proyecto en diferentes lugares del colegio y un gran mundo en la entrada.

El montaje estaba ya listo y todo el esfuerzo y la ilusión oculta de los días anteriores cobraba forma.

Cuenta atrás

Como explicamos en el post anterior, para empezar el proyecto debíamos generar unas expectativas a nuestros alumnos. Una de las ideas que llevamos a cabo fue crear una cuenta atrás con los “comecocos”, colocando uno por cada pasillo del edificio principal, en los que cada día de manera misteriosa fueron poco a poco desapareciendo.

Además, recibimos la visita de nuestro ya querido extraterrestre “Domi”. Nos fue dejando pequeñas pistas en cada una de las clases, desde mapas de Europa o residuos del camping de Deva, hasta algún vídeo mostrándonos la mejor cara de nuestro continente. ¡Incluso nos encontramos con una huella de su nave en el césped!

Durante una semana nuestros alumnos estuvieron intrigados con todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Tal era la expectación, que pudimos ver a nuestros alumnos como realizaban sus propias búsquedas, se “tatuaban” la seña de identidad de Domi e incluso tenían sus pequeños diarios con todo lo que iban encontrando y averiguando. Pero lo que aún no sabían, era que lo mejor estaba por llegar…

Primeros pasos

Tras la primera sesión en el CPR, nos pusimos en marcha con el proyecto. En la fase inicial del mismo, necesitábamos concretar la motivación inicial y cómo plantear el reto a nuestros alumnos que descubriréis más adelante. Decidimos crear un personaje común a todos los cursos, el extraterrestre Domi, que iría dejando pistas relacionadas con el tema de nuestro proyecto, el turismo sostenible.

Para este largo recorrido, elaboramos un billete de avión así como un pasaporte especial, elementos indispensables para comenzar cualquier viaje. En este caso, el pasaporte será su diario de aprendizaje que irán rellenando a medida que avance el proyecto.

Paso a paso y con mucho trabajo detrás, estábamos cada vez más cerca del inicio.

El inicio

Animados por las inquietudes de parte del profesorado y por el interés en cambiar la metodología dentro del aula, decidimos apuntarnos al curso impartido en el CPR de Gijón sobre el Aprendizaje Basado en Proyectos. 

Para ello durante los días  14 y 15 de octubre asistimos a la primera fase del curso a cargo de Juan José Vergara e Isabel María Vizcaíno Timón, ambos docentes en ejercicio, donde nos explicaban como desarrollar la metodología ABP. Tras las ponencias, nos pusimos manos a la obra para comenzar con nuestro proyecto “¡Cómete el Mundo!”.